24 Imágenes por Segundo

domingo, 29 de junio de 2008

La noche de los Kalamares y II

2ª Parte: ¿Por qué “El incidente” es la única película de M. Night Shyamalan que me ha gustado?

Muchos tras leer este titular os habréis pensado que me he vuelto loco o que algo extraño me ha sucedido. O que no soy yo quien está escribiendo este articulo sino un fan incondicional de Shyamalan. No, todo lo contrario. Tampoco os penséis que estoy de cachondeo. Ojo, he dicho que me ha gustado, no que sea una obra maestra. Aun hay distancias inconmensurables para que llegue a eso. El incidente “The Happening” (2007) me ha gustado más que cualquiera de las películas de este sujeto por la sencilla razón que por una vez en su filmografía no asoma la nariz por ninguno de los fotogramas de la película. También porque por una vez en su vida parece haber asumido la lección, bajarse del burro y hacer un guión (algunas veces torpe pero interesante, Dios mío yo diciendo esto de Shyamalan…) sin apenas trampas. Vuelvo a insistir no es un buen guión, tan sólo un producto desprovisto de molestos tics y que trata en todo momento de ser diferente a lo que este personaje ha hecho. Es como si no fuese suyo…

Me gustó la idea de ese peligro invisible que curiosamente desvela a mitad de la película a modo de absurda teoría y que va tomando cada vez mayor convicción a medida que los personajes se van enfrentando a él. Falla el final, en la granja de la mujer perturbada (Betty Buckley, la madre adoptiva de la mítica serie “Con Ocho Basta”). Corta el ritmo. Tampoco me gustó ese Happy End de “No puedo estar separado de ti y me importa una mierda que me vuelva turumba y haga alguna gilipollez” y que luego no suceda nada… Tendría que haber sido menos Spielberg. También sobra el epílogo en Paris. No pega ni con cola ni siquiera aporta nada.

“El incidente” podía haber sido una película redonda pero no es así (por suerte jajaja). Todos sus protagonistas actúan como el culo, sobre todo Zooey Deschanel, que deberían retirarle la licencia de actriz para el resto de su vida (la escena, casi al principio, donde trata de disimular la llamada de su amante es del grado 9 en la escala desastrosa y una de las secuencias más pésimas de la historia del cine.) Tampoco actúan con convicción Mark Wahlberg y John Leguizamo. Es más, parecen principiantes que no se saben sus papeles y no acaban de saber cómo enfrentarse ante la cámara. Algunos de sus diálogos y “momentos” son de vergüenza ajena. Me gustó el ritmo y la confusión del entorno, nadie sabe lo que pasa y todos parecen atolondrados sin saber cómo reaccionar, un punto de vista muy real.

Pienso que el golpe al ego de Shyamalan tras “La Joven del Agua” le ha hecho reflexionar. De niño mimado y de Dios reencarnado se ha convertido en ser humano, pero con algún que otro ramalazo de divinidad de vez en cuando. Es posible que su ego se haya derrumbado cual gigante de barro y ha decidido escribir una obra mucho más sencilla, sin trampas, sin giros estúpidos y con una premisa interesante pero que no ha sabido sacarle todo el jugo necesario. Una lástima para los que le adoran y un alivio para los que lo detestamos.

jueves, 26 de junio de 2008

La noche de los Kalamares I

1ª Parte: ¿Por qué detesto hasta lo inimaginable a M. Night Shyamalan?

Para quien me conozca dedicarle un post (en este caso doble) a un personaje tan nauseabundo como M. Night Shyamalan es algo fuera de lo común. No sólo hablar de él me produce todo tipo malestares de sino que también logra ponerme de muchísima mala leche. Es de las pocas personas que logra sacar lo peor que hay en mí. Me transforma en una especie de Mr Hyde desbocado. Entonces os preguntaréis ¿Por qué puñetas hablas sobre él? Muy sencillo: porque me lo piden, a gritos, con ansia, desesperados. Y yo como soy muy cumplidor y muy amigo de mis amigos pues hablo sobre este ser a pesar de sentir un desprecio inimaginable acerca de su carrera como cineasta.

Mi primer contacto con semejante engendro del séptimo arte (me duele considerarlo como director de cine porque si fuese por mí no se merecería dirigir ni un mísero cortometraje de fin de curso) fue con la aplaudida (no por mí, por supuesto) "El Sexto sentido" (1999). He de confesar que fui a verla al cine pagando, cosa que me avergüenzo considerablemente, pero más duele haber perdido 107 minutos de mi vida indigestándome con semejante insulto a la inteligencia. Eso sí, también ya iba al cine a sabiendas de su estúpido y sorpresivo final. No es que nos lo contase nadie, vamos por algún idiota de esos que le gusta estropear finales y se cruzó por nuestro camino, no. Simplemente en casa lo hicimos por deducción. “Niño ve fantasmas y psicólogo trata de ayudarlo, pero claro hay un final en la película de esos que no te esperas ergo psicólogo es un fantasma. Yo y Miguel (mi compañero) igual somos demasiado retorcidos o incluso dignos herederos de Sherlock Holmes y el Doctor Watson pero pudiomos comprobar con alguien que la había visto que tras atar algunos cabos habíamos llegado a la correcta conclusión. Si, Bruce Willis estaba muerto.” En todo eso era lo de menos, que se chafe la sorpresa no significa que el resto de la película sea superflua o pierda interés (como en el caso de “Los Otros”, Alejandro Amenabar 2001, “Homicidio”, William Castle 1961 o “Psicosis” Alfred Hicthcock, 1969) así que fuimos a verla. Vaya ilusos y pardillos fuimos.

A cada minuto de trama que se sucedía en pantalla me iba poniendo de más mal humor. Si hay algo en una película que no soporto es que el director (en este caso un inepto que no sabe cómo solventar un enigma) trate de arreglar un mal guión haciendo trampas chuzas. Aunque mucho vean el guión de “El Sexto Sentido” como la quintaesencia del cine éste tiene más trampas que la tumba donde se inician las aventura de Indiana Jones en “En Busca del Arca Perdida” (Steven Spielberg, 1981) vamos del tamaño de estadios de futbol como el de Maracaná. Si, aunque a muchos de vosotros os cueste negarlo “El Sexto Sentido” está llena de trampas y eso solo sirven para que el puto director se te ría en tu cara, te llamé imbécil y para el colmo después de haber pagado para ver su obra.

Cualquier buen experto en cine me dará la razón en afirmar que el señor M. Night Shyamalan es experto en saltarse las elipsis como le sale de las pelotas. Él siempre es el amo, el innovador, el que va del típico palo: “Lo que ves es lo que vale porque como no tengo ni puta idea como resolverlo te lo vas a comer con patatas. La película es mía y yo la hago con ella lo que quiero.” No, no, no y mil veces no M. Night Shyamalan. No sé en qué universidad estudió usted cine o si su repugnante ego le permitió tomar apuntes de estilo narrativo y elipsis pero no se pueden hacer chapuzas tan ridículas en una película como las que usted suelta en “El Sexto Sentido”. A mí como cinéfilo no me sirven excusas idiotas de: “Como el personaje está muerto y no lo sabe, sólo ve lo que él quiere.” Excusas. Excusas absurdas y baratas. Eso sólo quizá le sirva para devoradores de palomitas y nachos con queso y salsa de tomate con tropezones, de esos que entran con el teléfono móvil encendido en la sala y joden la marrana dando pataditas en la butaca del tipo sentado enfrente. Pero no a una persona que devora películas con devoción, saboreándolas como si se tratasen de una delicatesen. Reconocerlo, “El Sexto Sentido” está lleno de esos chapuceros momentos por ejemplo: como cuando Bruce Willis se encuentra reunido con los médicos, o sentado junto a Tony Collette esperando que llegue el Osmet a casa. O cuando se presenta a Willis tras el descarado prólogo comentando que tiene un nuevo paciente… a lo que te preguntas ¿Quién puñetas lo ha contratado otro fantasma? Trampas, trampas y mil veces trampas chuzas, absurdas para engañar al espectador y quererle llevar al terreno del director, engañarlo ruinmente y dejarlo lobotomizado. Sí es cierto que “El Sexto Sentido” tiene sus momentos, pero en su contexto se convierte en simples fragmentos de un tráiler, nada más.

Sobre su posterior filme, “El Protegido” (2000) poco tengo que decir de ella. Fuimos a verla, es posible en cierta forma por ver si Shyamalan había corregido los errores cometidos en la película del niño que ve muertos… Trampas tiene, muchas menos, pero es una película tan aburrida que cansa hasta el propio sueño. Es el típico filme encefalograma plano donde todo va lento, como en un aura de absurdo misterio, donde todo son miradas y silencios en plan cine intelectual al más puro estilo Bergman (con perdón Igmar) o Miguelangelo Antonioni, y con un final que hace patalear de la risa y vomitar las palomitas y de paso los nachos con tomate y queso.

Su mayor estupidez hecha película llega con “Señales” (2002). La cumbre de la mayor estupidez de su carrera (hay quien dice que esa es “La Joven del Agua” pero no es cierto) Otro guión lleno de mas lagunas que el norte del continente americano. Profundas como las Fosas Marianas y rellenas de mierda en vez de agua (por si acaso uno de sus aliens alérgicos al H2o Mete la pata allí dentro o decide pegarse un baño). Esta es la última vez que pague por ver algo de este tipejo y poco me faltó para ese día quemar el cine y pegar al acomodador y a la taquillera que me había vendido la entrada. Si en “El Sexto Sentido” insultaba la inteligencia, en esta la escupe y se orina y defeca en ella hasta quedarse hueco. Es tan pobre en recursos que hasta tiene que salir él en mitad de la película para contar cosas que el espectador no acierta a comprender. Eso sí, con suposiciones tan absurdas como: “He visto que no dejan señales donde no hay agua por lo que debes ser alérgicos a ella…” Bueno tampoco dejan señales al lado de los MC Donnald, de la carpa del Cieque du Solei, del zoo cerca de donde habitan las jirafas, del barrio judío de Nueva York, del Blockbuster de la esquina y si nos ponemos de la caravana donde Stephen King escribe sus novelas… Pero claro todo es una alegoría, una alegoría salida de un pedo de su culo porque no hay quien se la trague. No sé, igual ese día se me olvidó ponerme el gorrito de papel de plata con la punta orientada al espacio para entenderla, o no estaba preparado para ver su obra, como me dijo un día un iluminado que se le hacia el culo Pepsicola cada vez que se hablaba de Shyamalan. ¿Pero alguien se cree a unos marcianos alérgicos (bueno se mueren) al contacto con agua que deciden invadir un planeta cuya superficie es el 70% de dicho liquido? ¿Si deciden invadir un planeta con algo tan nocivo para ellos por qué no vienen protegidos? ¿Cómo saben construir naves y hacer dibujos estúpidos en los campos de maíz cómo es que no saben abrir puertas de madera de una granja chuchuría?

“Noooo, vessss como no la entiendessss Es que la película eso, incluso es lo de menos. Va sobre la fe y como Dios utiliza diversos elementos para que un capullo con cara de Mel Gibson vuelva a recobrarla” “Vale, entonces, ¿si lo importante es que recobre la fe que coño hacen los putos aliens aterrizando en Rio de Janeiro, Egipto o Delhi?” Dejadme de nuevo que me ría, me mee (sobre la cara de un alien o de Shyamalan) y acabe mareado y sin apenas aire. Añadir que “Señales” como comedia es una obra maestra, pero no como una película seria y filosófica o metafísica o cualquier cosa New Age que suene bien. Para eso ya tenemos “Encuentros en la Tercera Fase , (Steven Spleiberg, 1977) Contact (Robert Zemeckis, 1997) o si nos ponemos la interesante pero maldita Alien Nacion (Graham Baker 1988)

Con “El Bosque” (2004) empezó mi etapa "sentado en la butaca de casa para ver a Shyamalan". Lo que me permitía ver la película (si se le puede llamar así) pararla, verla en trozos a cuenta gotas (para que no se produzcan daños al cerebelo), irse a mear, cagar o prepararse un bocata (o las tres cosas a la vez) ¡ah! e incluir llamar por teléfono a tus amigos mientras la vas viendo. Si “El Protegido” aburre “El bosque” produce cáncer. Su tono ridículo, su guión anodino, su falta de garra (se la prestó toda a los estúpidos Muppets que pueblan la arboleda que rodea el puebelcito de marras) la convierten en un perfecto posavasos si te la regalan en DVD. Bueno encima ha de salir él camuflado por un periódico para contarte de nuevo cosas que no explica en el guión. De puta pena.

En “La Joven del Agua” (2006) Shyamalan destapa por fin las cartas. Él no es un cineasta no, es Jesucristo Salvador reencarnado de nuevo en la tierra, pero en este caso en vez de multiplicar peces y panes, o caminar sobre las aguas, escribe guiones y convence a grandes masa de seguidores a unirse a su estúpida y burda religión. Como viene siendo habitual en él (a modo de piñón fijo) otra vez utiliza el símbolo del agua como elemento recurrente (que siiiiiiiii, que ya sabemos que de pequeño casi te mueres ahogado en una charca pero no nos lo refriegues por la cara que nosotros no tenemos la puñetera culpa) y con ello el rollo (super importante) de los colores (como si se tratase de un alumno aventajado de la Gestalt) en esta peli el protagonista no es Paul Giamatti ni Bryce Dallas Howard, ¡es ÉL! Si, con mayúsculas y si es posible con luces de neón. La chorrada que cuenta es que una ninfa que vive en una piscina (claro si no le echan cloro se llena de bichos) llega al mundo, agonizante, porque un iluminado interpretado por Shyamalan debe salvar a la humanidad con una de sus obras. Lo demás no importa. Es superfluo. Sólo vale ÉL, ÉL ,ÉL, ÉL, ÉL y mil veces ÉL. Quizás para mí es la menos criticable de su carrera porque como ya he dicho antes es donde realmente se ve el ego de este personaje, donde por fin muestra su cara y enseña lo que realmente quiere vendernos. El algo intrínsecamente unido a un niñato repelente que desea destacar en cualquier vertiente de arte y realmente carece de duende.

Próximamente: La Noche de los Kalamares II. El Incidente.


jueves, 19 de junio de 2008

Con la cámara en la mano.

Es curioso que sea el cine el que últimamente tome prestado elementos del lenguaje televisivo y no sea todo lo contrario. Supongo porque desde un tiempo esta parte es la televisión quien ha ganado bastante más público al séptimo arte, sobre todo con la proliferación de series y todo tipo de documentales político sociales. El uso de narrar una historia desde la perspectiva del cámara no es nueva. Lleva haciéndose desde hace tiempo, sobre todo desde la llegada de la televisión. Títulos como C'est arrivé près de chez vous ("Sucedió cerca de su casa". Rémy Belvaux, 1992) o The War Game (Peter Watkins, 1965) son claro ejemplo de ellos, pero no son los únicos. Ahora parece ser que género “Cinema Verité” resurge de sus cenizas sobre todo respaldado por algunos directores de pedigrí como Steven Spielberg con su monumental comienzo de “Salvad al Soldado Ryan (1998) o Brian De Palma y su reciente Redacted (2007).

Parece que el cine televisado es ahora un buen aliciente para tratar de dar nuevos aires a la industria. Sobre todo para directores de todas las tallas rebajen su condición de divos y entren a formar parte de la trama ya sea camuflados tras una cámara o bien convirtiendo su proyecto en un pastiche de medios audiovisuales cada vez más lejanos al cine tradicional. Que sí, que muchos saben muy bien que internet y concretamente youtube se han alzado para que personas anónimas puedan mostrar sus obras al público. Es por esto que muchos de ellos no se han querido quedarse atrás y demostrando que son incluso capaces de hacer una película a la misma altura y semejanza a la de directores amateurs repartidos a lo largo del todo el planeta.

Dejadme entonces hacer una comparativa a modo de comentario crítico sobre algunas de las películas más emblemáticas de este nuevo género cinematográfico:

Diary of the dead (George A. Romero, 2007)

Romero se reinventa a sí mismo, como zombi que es (no hay más que ver su aspecto para percatarse de ello) nos presenta una película que se parece más a un experimento de fin de curso (casi como su ópera prima) que una película filmada por un profesional. Es interesante que decida dejar de lado cualquier lenguaje cinematográfico, vamos, purista, para prestarse a hacer todo tipo de piruetas y burradas con una o dos cámaras, ya sean digitales, desde el objetivo cutre de un teléfono móvil o incluso desde un circuito de video vigilancia para crear con ello una obra divertida, aunque a veces algo forzada, llena de buenos clichés pero que no llegará nunca a la altura de sus anteriores obras "zombicas".

Redacted (Brian de Palma, 2007)

¿Por qué da la sensación qué la última película de De Palma no es más que un divertimento? ¿Dónde está la denuncia? ¿Por qué da la sensación que la olvidada Corazones de Hierro (Casualties of War, 1989) es una obra maestra comparada con este drama político social? Sí, De Palma juega con los nuevos medios, lo hace de forma algo torpona, sobre todo con los actores, forzados y poco naturales. Imprescindibles para que el resultado final fuese redondo e interesante. Pero no hay magia, no hay fusión. De Palma pierde el norte jugando con las cámaras y desparramando por todos lados una historia en un guión algo fallido, poco pulido. Quiere innovar, aportar un lenguaje nuevo pero nunca llega a ningún lado. Una lástima, sobre todo con una obra basada en un hecho real que podría haber dado mucho más de sí.

El Proyecto de la Bruja de Blair (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, 1999)

Que puedo decir de este experimento que conmocionó a las masas, pero no a todas. Pese a no ser la pionera, antes habían habido más. Demostró que con cuatro duros podía hacerse algo que revolviese de la tumba la industria cinematográfica, saturada de efectos especiales y monigotes animatrónicos de latex. Pese al prolongado sopor que suponía tener que ver a esos tres palurdos perdidos por la montaña sufriendo todo tipo de bromas estúpidas por parte de Myrik, Sanchez hay que reconocer que creó un cierto interés por parte de nuevos cineastas por mostrar otra cara del terror desde otra perspectiva mucho más cercana.

Holocausto Cánibal (Ruggero Deodato, 1980)

Para mí la mejor del genero. Por mucho que digan que es una obra de ficción cuando uno ve sus imágenes (aunque sea una veintena de veces) a uno siempre le corroe la duda. Por lo menos en mi caso. Aquí la cámara es la protagonista absoluta. Muestra cosas, las exhibe, sin tapujos como si de un documental del National Geográfic se tratase. Su función es la de presentarse como un documental y quizás ahí juegue ventaja respecto al resto de películas. Nos la vendieron así y así muchos la asimilaron. Es una obra perfecta dentro del género con una suerte de detalles que dejan helado a más de uno, la muerte del guía por la serpiente y su aspecto de cadáver en el suelo con el rostro macilento y afilado aun no ha sido superado por nadie, está a la altura de cualquier noticia truculenta de los telediarios.

REC (Paco Plaza y Jaume Balagueró, 2007)

Sorprendente, inteligente sobre todo por el uso de cámara que se asusta y es pillada desprevenida como le sucede al resto de habitantes atrapados en el angosto inmueble. Lo que muestra resulta creíble, pese a algún fallo tontorrón y efectista que se le puede perdonar. La muerte del bombero que cae por el hueco de la escalera es tan real, tan inesperado que nada más pensar en ello aterra y se queda impregnada en la memoria durante mucho tiempo. Como si la hubieses vivido en el mundo real y tus propias carnes.

Cloverfield (Matt Reeves, 2008)

Otra forma de presentar el miedo hacia lo desconocido. Uno se lamenta cuando ve esta película como no se le ocurrió utilizar el mismo lenguaje a Steven Spielberg en “La Guerra de los Mundos”. Cuantas cosas habían cambiado…¿Quién no tiene hoy en día una cámara? ¿Quién en toda Nueva York no hizo uso de ella el fatídico 11-S? ¿Cómo una película tan sencilla y directa en planteamiento (monstruo se pasea por una metrópoli destruyendo y comiéndose a diestro y siniestro mientras un grupo de supervivientes lo filman) no se le había ocurrió antes a alguien? Aquí los cámaras no son soldados, ni profesionales del cine documental, ni de la televisión (aunque sea local) ni estudiantes de cine- No, son transeúntes anónimos con muy poca habilidad para enfocar un plano y utilizar el lenguaje cinematográfico como si se tratase de un profesional. Si es cierto que a veces parece una película forzada en muchos aspectos pero estoy seguro que si en vez de un atentado terrorista un monstruo hubiera devastado una parte de Nueva York habríamos visto escenas como las que se presentan en la película.

lunes, 16 de junio de 2008

Caspa mágica: Xanadu (Robert Greenwald 1980)

¿Alguien en su sano juicio sabría decirme que clase de mente iluminada dio el visto bueno para sacar a la luz semejante aberración fílmica? Supongo que sería la misma persona que eligió a Olivia Newton John para hacer el papel de Sandy Olsson, una supuesta niñita quinceañera en Grease (Randal Kleiser 1978) cuando ésta contaba con 30 años y alguna que otra pata de gallo más. Volviendo a lo inverosímil ¿Alguien se pudo llegar a creer el papel de “lagartona” de Olivia en los últimos 10 minutos de Grease? Creo que no soy el único. Pero eso no importaba ¿Qué edad pensáis que tenía Judy Garland cuando protagonizó El Mago de OZ (Victor Flemming, 1938) haciendo de la pequeña Dorothy? El público estaba enamorado de Olivia Newton John desde Grease y le importaban tres pimientos que ella hiciera el ridiculo, cualquier cosa que plasmase en la pantalla y estaría magnifica, vamos como si le daba por anunciar compresas cantando con los pajarillos.

El proyecto de Xanadú era como una especie de pulpo de varias patas, aunque yo diría que era más el desespero de ciertos supervivientes en salir airosos de un naufragio. No siempre funciona la premisa de “Si es una película musical con Olivia Newton John seguro que funciona” es como decir hace menos de una década que “Si sale Anthony Hopkins o Sean Connery” es un peliculón de por lo menos 15 Oscars. No, hay cosas que no pegan ni con cola. Si, había muchos intereses de que Xanadu fuese un éxito. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho... Por un lado se quería potenciar la carrera como actriz de la Newton John (cosa que acabó destruyéndola por completo), también se trató de dar un empuje a la carrera de Jeff Lynne con su Electric light Orchestra cuyo resultado final era más bien insulso, las canciones no pegaban ni con cola a excepción del The Fall (titulo premonitorio) o del tema principal, interpretado por la Newton John, bajo la envidiosa mirada de Lynne (en realidad quería cantarlo él cosa que hizo años más tarde en un enesimo recopilatorio de la ELO) tampoco ayudaron a la banda de Birmingham a salir a flote, es más, los acabó de hundir mucho más profundamente en el lodo. Otro fiasco que se veía venir fue tratar de “resucitar” la carrera de Gene Kelly, que seguro dormía plácidamente en el geriátrico el día que firmó el contrato o posiblemente se había olvidado tomar las pastillas para la memoria o la ocrdura; y por último se trató de darle un empuje a Michael Beck, recién llegado de la exitosa miniserie Holocausto (Marvin J. Chomsky, 1978), y que se paseaba por los planos de Xanadu como pidiendo socorro y sin saber muy bien de qué puñetas iba la trama de la película. Por suerte fue el único que supo quitarse el San Benito al estrenar al año siguiente un título tan emblemático como The Warriors (Walter Hill).

Hablando de su trama… Xanadu es un pastiche de ideas, que si bien hubieran sido filmadas en plena época de los grandes musicales es incluso posible que hubiera cosechado un mínimo de éxito. Pero no precisamente en los 80 cuando la música disco agonizaba y el Punk sobresalía más que las crestas de quienes las llevaban. El esquema es el mismo de todas las películas románticas. Chico conoce a chica, chico se enamora de chica, chica se enamora de chico y suenan campanas de boda “Tachan… tachan… chupiguay del paraguay” Pero no se a que alma de cántaro se le ocurrió darle un giro a la historia y convertir a la chica en una estúpida musa que se pasea con patines como una mosca cojonera, vestida de gasa rosa y soltando todo tipo de frases estúpidas como: “¿Sabes lo que significa ser besado por una musa?” o “En Xanadu hizo Kubla Khan una imponente cúpula de decreto placer…”

La aparición de un tercero en discordia, Danny McGuire (Gene Kelly), como un clarinetista jubilado que no tiene otra cosa que hacer que dar el coñazo a los bañistas en la playa de Santa Mónica, acaba de poner puntilla a semejante barbaridad. Su función en Xanadu es apoyar a Kira (Olivia Newton John) para ayudar al chico Sonny Malone (Jeff Beck) a crear una super discoteca donde cientos de engendros alelados y vestidos de horteras puedan bailar sin parar calzados con estúpidos patines en tonos fosforito. El chico (supongo que el aire de la playa como que le afecta la mollera) decide que es una buena idea y deja su trabajo de ilustrador de portadas de discos (bueno su futuro estaba condenado al olvido gracias a la inminente aparición del CD) para embarcarse en tal aventura. A todo esto Kira y Sonny se han conocido en los muelles depués de que ella apareciese literalmente de una pared llena de grafitis horteras, como si la hubiese atravesado pero sin dejar huella. Él choca con ella, se enamora y decide utilizarla como protagonista de la portada de un disco en el que está trabajando, supongo que de Olivia Newton John porque claro ambas se parecen horrores… Basta decir que ella también se enamora de él pero claro resulta que es una Musa y además hija de Zeus (seguro que éste se transformó en aguja de tocadiscos y copuló con la diosa Long Play para crear semejante mojigata) por lo que le está prohibido tener relaciones sentimentales con un mortal, ni aun y así de que éste pueda convertirse en dibujo animado a su antojo (dibujado por Don Bluth) al más puro estilo Disney y embutirse en una canción de la ELO más cursi que un guante con chorreras. Pero bueno al final todo se arregla. Sonny y Danny montan la horripilosa discoroller, Kira pide a su padre que le haga una mujer (me refiero a que la haga mortal) y al final acaban todos patinando (Gene Kelly ayudado de 45865847 hilos de nylon como si fuese una marioneta) alrededor de una pista llena de luces de colores. Kira canta Xanadu y al final de la canción le entra una especie de orgasmo cosmico y estalla en una nube de purpurina rosa (toxica) en mitad del escenario. Luego regresa como si nada.

Claro está que Xanadu no cosechó éxito alguno. A no ser de película más ñoña y edulcorada de la historia del cine, de esas que prohibían a los diabéticos entrar en las salas a riesgo de acaba garrapiñados. Es curioso que Robert Greenwald, su director desviase su carrera hacia la televisión y sobre todo hacia el cine antibelicista. No coment…

Por cierto existe un musical sobre la película por si alguien se acerca a Broadway y quiere verlo.

viernes, 13 de junio de 2008

Saved From the Flames: Cuando el cine era un experimento.

Hay joyas de incalculable valor editadas en DVD que merecen un puesto de honor en una buena DVD teca que se precie. Son auténticos regalos para la vista, sólo para la vista porque para el oído más bien que no. Hace un tiempo llegó a mis manos un ejemplar de esta recopilación que me dejó más que maravillado. Son tres DVD llenos de pequeños pedazos de la historia del cine. Obras que han sido rescatadas de diversos archivos cinematográficos y que han sido restauradas evitando que con el tiempo se desintegren o desaparezcan para siempre. Ya sé que acercarse a los orígenes nos es nada fácil, sobre todo si se está acostumbrado al cine actual donde imperan los efectos visuales y los guiones más o menos elaborados (es un decir). Pienso que es necesario conocer la prehistoria del 7º arte, de ver como los pioneros se la ingeniaban para salir adelante con medios que hoy en día nos producirían más de una carcajada. Es interesante, incluso ver como cientos de hombres y mujeres lucharon por hacer del cine no sólo un negocio, sino un modo de entretenimiento de masas, como algunos de ellos no se conformaron en actuar, sino que lucharon por experimentar e incorporar nuevos elementos a la ciencia de captar y narrar imágenes en movimiento.

La colección de fragmentos que podréis encontrar en este DVD está dividida en varios apartados:

New Beginnings: Habla de los comienzos del 7º arte, de las primeras filmaciones , de obras inéditas de los Hermanos Lumière, de los primeros experimentos con el uso del color (pintado a mano o con técnicas mucho más laboriosas; de los primeros usos de sonido en el cine (más bien a modo experimental y anecdótico que práctico) Destacan: Exiting The Factory (Lumière 1896) y Arrival of a train (Lumière 1897)ya míticas por ser las primeras imágenes en movimiento captadas por una cámara; Card Party (Lumière 1896) un ejercicio de filmación básico aprovechando una partida de poker entre los empleados de Lumière; la inquietante Kobelkoff (1900) que seguro haría las delicias, o ha inspirado a genios actuales como David Lynch o David Cronemberg; Dance Serpentine (In a Lion´s Cage 1900) o como atormentar a un pobre animal con tal de hacer cine; Cyrano de Bergerrac (Phono Cinema Théâtre 1900) coloreada y con sonido grabado (pesimamente) de un cilindro de cera y La Marseillase (Georges Mendel 1907) un sorprendente experimento sonoro con mejores resultados que el anteriormente citado y que daría pié, años más adelante a implantar el sonido en las películas.


Magical movies: En este apartado encontramos piezas dedicada a los padres de los primeros efectos especiales cinematográficos. Algunos son burdos trucos de magia, otros son verdaderas maravillas. Destacan: Excelsior- Prince of Magicians (Georges Méliès 1901) donde se combinan trucos reales de magia con trucos generados por la cámara; The Talion Punishment (Gaston Velle 1906) una extravagancia de efectos visuales y color utilizando la técnica denominada Stencil, protagonizada por una mariposa; Kiriki, Japonese Acrobats (Segundo de Chomon 1907) realizada por el primer director de cine español (o por lo menos uno de los pioneros) y del que podéis ver un fragmento un par de post más abajo; An Excursion to the Moon (Segundo de Chomon 1908) un homenaje de Chomon a la obra de Méliès podría decirse que se trata del primer remake oficial de un filme; The Automatic Moving Company (Romeo Bosetti 1911) la primera película en utilizar la técnica Stop Motion y que es una verdadera delicia para la vista.

Seeing the world: En este apartado se exponen los primeros documentales de mundo del celuloide. Obras que servían para dar a conocer al mundo (incapacitado para viajar por los cinco continentes) lugares y sucesos lejanos a modo de estampas de otros extraños mundos. Destacan: The Seine Flood (Eclipse 1910) un mini reportaje sobre las consecuencias de una inundación del rió Sena en la ciudad de París; Over the Top (A Battle with the elements) (Earle Films 1915) una joya digna de ser vista sobre un arriesgado viaje en coche por la Norteamérica profunda; A Visit to Los Angeles (Ford Motor Company 1916) un reportaje sobre la principal fábrica de la empresa automovilística Ford situada en la meca del cine; Montmatre´s Kids (1916) un reportaje denuncia sobre la pobreza en uno de los barrios más destacados decalles de la capital francesa; The Dirigible Los Angeles (1924) Otro documental inolvidable sobre un intenso viaje en dirigible desde Alemania a Estados Unidos; In the land of Giants and Pygmies (Aurelio Rossi 1925) un documento filmado a todo color sobre las culturas primitivas de Africa; Technicolor Fashion Parade (Fashion Features, Inc 1927) un pase de modelos a modo de experimento utilizando el Thecnicolor; Charles A Lindbergh, Hero of The Air (Fox-Case Movietone 1927) biografía sobre las hazañas de este héroe de la aviación; The Fireman of The Follies- Bergère (with Josephine Baker (1928) una crónica sobre la vida cotidiana de los bomberos parisinos y apadrinada por la sublime Josephine Baker; Me Down at Coney Isle (Fox Magic Carpet of Movietone 1932) un documento sobre la vida cotidiana de varias ciudades americanas.

Laughting like we used to: Aquí podernos descubrir los primeros Slapstics (comedias de trompazos) del mundo del cine. Destacan: The Dancing Pig (Pahté Frères 1907) un vaudeville bizarro que haría las delicias de Terry Guilliam; The Monkey Race (Italia Film 1909) los quebraderos de cabeza de una familia muy a lo Monty Python por rescatar un mono no hace más que detrozarles la casa; I Fetch the Bread (Pathé Frères 1907) una comedieta simpatico sobre lo que secede si enviamos a dos borrachines a buscar pan durante una comida familiar; Artheme Swallows his Clarinet (1912) las desventuras de un clarinetista a lo largo de su paseo por la ciudad; Kid´s Auto Race (With Charles Chapin)(Keystone Film 1914) Segundo film de Chaplin con su rol de Charlot, una auténtica maravilla; The Pest (With Stan Laurel) (G. M Anderson 1912) una de las primeras películas en solitario de Stan Laurel mucho antes de asociarse a Oliver Hardy; Lizzies of the Field (Mark Sennet 1924) estrafalaria comedia de Sennet sobre un tipo que conduce una cama por la carretera antes de asociarse con Chaplin.


Drawings and models: Un repaso a los primeros dibujos animados y animaciones mucho antes que Disney se hiciera con el imperio de la animación artesana. Destacan: Fantasmagorie (Emile Cohl 1908) una deliciosa pieza dibujada a trazos simples de coor blanco sobre un fondo negro; Cartoon Factory (Max Fleischer 1924) mezcla la técnica del Stop Motion con la animación clasica, dicen que esta pequeña obra maestro inspiró a Disney para crear su heroína Alice In Cartoonland; The Orient- Tony Sarg´s Marionettes (1929) película sonora realizada integramente con marionetas clásicas; Ain´t She Sweet (With Lilian Roth) (Max Fleischer 1932) una innovadora mezcla de Karaoke y de musical animado con inserción de escenas filmadas con personajes de carne y hueso; Ballonland- Un Iwerks (Cinecolor 1935) musical psicodélico sobre un ciudad hecha de globos de colores, incluidos sus habitantes; Play Safe (Max Fleischer 1936) impresionante cartoon del creador de la mítica Betty Boop donde utiliza un rudimentario pero sobresaliente 3D para darle cierto volumen a los dibujos.

Grace notes: Primeros musicales filmados. Destacan Radi –Ators (With the Utica jubilee Singer) (1929) Balck and tan (With Duke Ellington Orchestra) (1929) Lous Armstrong in Copenhagen (1934) Jazz Hot (With Django Reinchardt) (1936) todos ellos soberbios sobre todo para amantes del jazz y el swing.

Persuade me: Primeros trailers comerciales para las salas de cine. Tocan desde la publicidad pura y dura hasta la llamada a las urnas de futuros electores. Destacan: California Election News #2 (1934) Week-End (With Fernandel) (1938) Cotte nuit- la (With Jacques Tati) (1935) Clo-Cloche (With Michel Simon) (1935) MGM Promo Reel (With Laurel & Hardy) (1936) Master Hands- Chevrolet Motor Co, Jan handy, USA) (1936) Phipils Boradcast of 1938 (George Pal 1938) Yankee Doodler (1942) Rosie The Riveter (1943) Dear Arabella (1942) Hel bent for Ellection (Chuck Jones) (1944)

Tell me a story: Las primeras películas dramáticas de la historia del cine. Destacan: For His Son (D.W.Griffith 1912) cine en estado puro; Suspense (Lois Weber & Phillips Smalley 1912) un thriller al más puro estilo Hitchcok; The Heart of an Indian (Thomas Ince 1912) uno de los primeros westerns en ahondar en la cultura india.

One for the Road: Un único clip llamado Stolen Kisses (1920s) a modo de homenaje a la película Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore 1988) un recopilatorio de los mejores besos robados de la historia del cine de la década de los 20.

miércoles, 11 de junio de 2008

Verano de Corrupción: This is England (Shane Meadows, 2006)

El verano de 1983 no va a ser un verano corriente para el pequeño Shaun (Thomas Turgoose) Su padre acaba de morir en la absurda guerra de las Malvinas (Falklands para los ingleses) y lo que promete ser una época vacacional sumido en el más absoluto de los aburrimientos cambia radicalmente de tercio cuando, tras una pelea con un compañero de colegio, Shoun se encuentra con una panda de Skinheads con los que despierta una rápida simpatía. Su supuesto líder, Woody (Jo Hartley) lo adopta como alevín y se lo lleva por todos lados participando en todo tipo de juegos y juergas momentáneamente inofensivas. Shoun descubre lo que son los amigos, pasárselo bien con ellos y sobre todo entra en contacto con el amor cuando se declara a Smell (Andrew Ellis) una skin bobalicona que le dobla casi en tamaño y edad. Pero no todo es pasárselo bien aunque sea verano. La llegada de Combo (Stephen Graham) antiguo líder del grupo, mucho más radical que Woody, que acaba de abandonar la cárcel hará que las cosas no sean como antes. Se presentan aires de cambio. El ocio se transforma en lucha y el odio rompe lazos entre los que antes fueron una vez amigos. La inocencia de Shoun se pone en juego y si inexperiencia y frustración por la muerte de su padre le hace tomar la decisión equivocada.

This is England es una película que toca a fondo varios temas. Uno de ellos la perdida de la inocencia donde todos los niños llegados a cierta edad desean crecer y demostrar al mundo que son hombres. Si el mundo está hecho una mierda el cambio y las ganas de cambiarlo son más radicales. Otro tema que toca es la confusión. Shaun no seba distinguir lo que es juego y lo que es guerra. Él quiere pasárselo bien, no le importa cómo ni con qué. Es un niño, es verano y ahora tiene nuevos amigos a los que serles fiel con tal de ser aceptado. Otro asunto a destacar de esta película es como no educa la cárcel. Combo sale de ella mucho más violento que como entró, tiene las ideas tan distorsionadas, tan envenenadas que es incapaz de rehacer su vida y sí sumirla en el odio, sobre todo hacia sus propios amigos, concretamente contra Milky (Andrew Shim) de origen Jamaicano.


Hay quien ha definido This is England como la obra del hijo mutante de Martin Scorsesse y Kean Loach. Shane Meadows tiene un poco de ambos, retrata muy bien la sociedad de los suburbios de Inglaterra y toma muchas ideas del genio yankee. Su tono semidocumental le da un toque de “cinema verité” que lo acerca más a un reportaje televisivo que a una película. Meadows sabe retratar muy bien la década de los 80 y es que This is England tiene algo de biográfico por lo que la premisa: Escribe sobre lo que conozcas aquí encaja a la perfección.