¡Qué vienen los Blancurris!
"Pánico en el Transiberiano" (Eugenio Martin, 1973) o mejor dicho "Horror Express" como fue conocida en otros lares, pertenecen a uno de mis mayores recuerdos cinéfilos de mi más tierna infancia. Yo siempre la he sobrenombrado como "¡Qué viene los Blancurris!" un titulo que fue impuesto por mi tía (una gran miedosa de cuidado) después de ver en la tele, junto a mi hermana y mi prima el "trailer" de la película.
"Pánico en el Transiberiano" cuenta con la presencia de dos grandes del terror como Peter Cushing y Christopher Lee. En esta ocasión ambos son aliados y luchan contra la presencia de un homínido congelado, e introducido por Lee dentro de una caja, en un tren con rumbo no se sabe muy bien donde. Durante el viaje conoceremos otros personajes. Tenemos al inspector de turno (Julio Peña) que posteriormente servirá como receptáculo del extraterrestre que habita dentro del bicho; la ayudante tipo "Señorita Marple" (Alice Reinheart) que acompaña a "Cushing" y que luce un peinado digno de los dibujos de "Jack Kirby"; hay una condesa polaca interpretada por "Silvia Tortosa" (ejem); un cura loco (Alberto de mendoza) con pinta entre "Rasputín" y "Sandokan" que sólo sabe decir frases como "Es el diaaablooo..." mientra se arrodilla y hace ver que reza; una espia muy lagarta (Helga Line), vestida de camarera de restaurante chino cutron, que dura menos que un canapé en una fiesta de diseño y un cosaco con la cara de "Telly Savallas" que parece preguntarse todo el rato que puñetas hace allí.
Bueno la cosa es que el bicho se pasa buena parte de la película saliendo de su jaula y haciendo de las suyas, generalmente borrando cerebros de los pasajeros gracias a su visión con tecnología "Wi Fi" y de paso dejandoles los ojos más blancos que ni lavados con lejía (de ahí el sobrenombre de los blancurris) A lo largo de la película "Cushing" y "Lee" descubren cosas como que el bicho ha visto mucho mundo y que es muy valioso para la ciencia (lo descubren justo después de haberle matado y arrancado un ojo) aunque lo no saben es que el verdadero bicho está dentro del inspector que por cierto tiene una mano peluda como recuerdo de su encontronazo con el engendro. Bueno, al final en una reunión con todo quisqui lo descubren simplemnete apagando las luces del tren (es que resulta que los ojos Wi Fi brillan de un color rojo intenso en la oscuridad delatándolo de forma apabuyante) el inspector/bicho se ve acorralado y entonces le da por despertar a sus victimas que avanzan en fila india por los vagones en busca de sangre fresca. Al final "Cushing" y "Lee" se llevan a unos cuantos supervivientes al vagón de cola, lo desenganchan y despeñan el resto del convoy con monstruo y ejercito de "blancurris" en su interior.
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