24 Imágenes por Segundo

jueves, 4 de noviembre de 2010

After.Life: ¡Tu estas muerta pero no te da la gana!


Hay películas que no parecen películas y esto le sucede a la obra de Agnieszka Wojtowicz-Vosloo 2009. A ver, no se trata de un documental, ni nada que se le asemeje, sino que podría decirse que tiene pinta de telefilme (película menor) de esas que echan en la televisión los domingo por la tarde, eso sí toda ella poblado por estrellas de la talla de Crhistina Ricci, Liam Neeson o Justin Long.  

La historia que narra After.Life es bien sencilla y parece salida de un episodio de Los Limites de la Realidad. Anna Taylor es una profesora de primaria que vive una vida muy normal trabajando en lo que realmente le gusta y comprometida con un yuppie llamado John Coleman al que acaban de ascender e invitarle a tomar las riendas de una nueva empresa en otra ciudad lejana. En una cena intima él se lo hace saber a ella invitándola a que le acompañe cosa que la joven rechaza y para más inri acaba cabreada como una mona abandonandolo con el plato en la mesa. De camino a su casa sufre un aparatoso accidente y de repente despierta en lo que ella cree ser un quirófano lo cual descarta al observar que a su alrededor no son hay más que coronas de flores, ataudes y demás parafernalia funerarias. Aterrorizada trata de huir pero no consigue nada ya que el dueño de la susodicha funeraria le dice que no puede hacerlo ya que está muerta. A partir de entonces la película se mueve entre la lucha entre la vida y la muerte (sobre todo por aceptarla) y la santa paciencia de un ser atormentado por un don que le hace sentirse solo y único (de momento) 

Insisto mucho en que machacar que esta película no es una maravilla, pero vamos, entretener entretiene y un buen rato, sobre todo viendo a la esplendida Ricci deambulando semidesnuda por la morgue, llena de cadáveres y preguntándose en todo momento si realmente está muerta o bien forma parte de un macabro delirio psicótico del dueño de la funeraria (interpretado por Neeson)


Aunque se ve venir a mil leguas la conclusión de la trama he de reconocer que hay momentos en los que te hace realmente dudar de si lo que ves es cierto o bien te están engañando como si fueras un tonto. After.Life es un duelo interpretativo entre Ricci y Neeson y ambos cumplen con su cometido y parecen estar pasándoselo en grande. Luego, claro está hay que mencionar a los secundarios como Justin Long, el sufrido novio de la Ricci (que se niega a admitir que su amada está muerta, sobre todo porque se siente culpable de su accidente) o el inquietante Chadler Canterbury que hace de uno de los alumnos de la protagonista y que tiene muchos puntos en común con el personaje de Haley Joel Osment en El Sexto Sentido (M. Night Shyamalan, 1999)

 


Monsters: Si tu no los molestas ellos no te molestan...


Con esta frase tan fugaz (pero muy certera) basa toda su esencia la séptima película de Gareth Edwards que ya nos deslumbró en 2005 con el docudrama Hiroshima. Lo cierto es que cuando uno va al cine a ver una película con semejante título quizás piensa que se va a encontrar con una obra más de acción y alienigenas a mansalva, o con una copia barata de Cloverfield (Matt Reves, 2008) o de District 9 (Neill Blomkamp, 2009) nada de eso, Monsters brilla por su cuenta aportando en su totalidad una interesante visión de lo que supone vivir rodeado de monstruos. 
Monsters narra las desventuras de una pareja norteamericana interpretados por Witney Able y Scoot McNary que deberán cruzar territorio alienigena (que se encuentra entre los Estados Unidos y México) para llegar sanos y salvos a casa. Al principio ambos personajes son más bien opuestos, él acepta a regañadientes la tarea de llevar a salvo a la hija de su jefe, un multimillonario de la prensa, a cambio de dinero y un reportaje y ella (típica niñata rebelde) ve todo como una divertida aventura hasta que se acerca a las vallas electrificadas que delimitan ese territorio salvaje e inhóspito al que se han de adentrar. Una vez dentro la vida no será igual para ninguno de los dos.
Monsters es una película de un viaje mas que una película de monstruos. Éstos aparecen, pero podría decirse que son lo de menos. No son en absoluto los protagonistas, apenas se ven y salvo por un par o tres de escenas no aportan nada de acción a la trama, cosa que hasta se agradece.

Podría decirse que la película tiene una doble lectura, mucho más profunda e inteligente sobre la invasión de una nueva especie. Sobre todo si la comparamos con la situación actual, donde los choques entre culturas hacen que ciertos sectores se sientan incómodos. Lo que más me llamó la atención de este titulo es si bien en un bando (mexicano) se toman la invasión extraterrestre como algo más natural (dentro de lo agresivos que llegan a ser los cefalópodos gigantes del espacio exterior que habitan la película) los EEUU son mucho más drásticos, ¿podría decirse lógicos?, que sus vecinos afectados, esos muros de piedra gigantes que emborronan el horizonte son muestra de ello, aunque luego éstos no sirvan para nada. Los espaldas mojadas de ocho payas son tan escurridizos como los de dos. Interesante es también el planteamiento inicial de la trama (lleno de detalles) y convirtiéndolo en un bucle sin fin.

Monsters no es una película recomendable para el publico devorador de palomitas y efectos especiales, sino para amantes del cine social e intimista. Una película que bien podría haber hecho John Syles o incluso Lars Von Trier con idénticos resultados.